jueves, 1 de mayo de 2008

Santo de mi devoción

¿A nadie le interesa ser santo? ¿Habrá todavía personas que aspiren a un ideal tan alto, más que el éxito económico y la realización profesional? ¿Habrá algún niño al que si se le pregunta qué quiere ser de mayor, responda -ser santo- en vez de astronauta, doctor, actor de cine, futbolista o "inventor"?

No es que menosprecie el bien de cualquier trabajo o profesión (y los hay muy útiles, muy nobles y que hacen mucho bien a la humanidad). No es que haga menos los deseos, los proyectos, las ilusiones de la gente, aquello por lo cual para ellos "vale la pena" esforzarse (y hay algunos tan empeñosos, tan afanosos, y tan esforzados). No es que pretenda dar a entender que la gente sólo busca cosas perversas y atroces (ni falta hace poner énfasis en que hay mucho de eso).

Lo que quiero es decir que muy raramente deseamos lo que el mundo no puede darnos. Aquello que no es reconocimiento y honor de los hombres, aquello que no es "seguridad para el futuro" (un futuro muy cortito), aquello que no es puramente satisfacción del cuerpo y del intelecto, aquello que es lo único de lo que podremos gozar cuando nuestro tiempo se acabe en esta jaula del tiempo (el mayor gozo, el mayor de todos), aquello que no tiene medida y no puede compararse con nada de lo que podamos ganar en esta tierra, ¡nada! Y en una vida en que parece que por todo se paga (con dinero, con sudor, con la misma y propia vida), esto, lo más valioso, es lo único que se regala: "A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! Vengan ustedes que están sin plata, pidan trigo sin dinero y coman, pidan vino y leche sin pagar. ¿Para qué van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por cosas que no alimentan? Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su paladar se deleitará con comidas exquisitas. Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá." (Isaías 55, 1-3).

El alimento del alma, los bienes que son para la vida eterna, esos son gratis; basta con aceptarlos, basta con aceptar la verdad de aquel que los ofrece, aquel que dijo a la humanidad entera -sean santos, porque yo soy Santo-.

1 comentario:

Anónimo dijo...

petardillo

solo un 70% recuerdaaaa

que uste la pasee bien weyyy xD jaja

Por cierto que aqui pone anonimo, que sepass que soy soniaa eeeeeh jaja